Está claro, según nos lo hace ver
Anusca Ferrari en el vídeo, que el modelo DigComp es tan amplio que cualquiera
se puede mirar en él para ver las características de esa competencia en
cuestión. Así mismo, también advierte en su conferencia, de la necesidad de
tener una actitud activa, una cierta capacidad de transferirla a otros
contextos y, por último, una disposición crítica ante la tecnología.

Ya he mencionado arriba la
predisposición al modelo de competencias y quiero hacer una reflexión sobre
ellos. Las tres me parecen fundamentales y, a su vez, me provocan cierta
inquietud. Sólo me atrevo a reflexionar sobre la primera de ellas. Quizás pueda
hacerlo sobre las otras dos al final del curso.
La actitud activa ante la
tecnología es primordial. Todos tenemos la experiencia de compañeros a los que
les da pavor la tecnología. Creo que se sienten obligados más por el
entorno (el caso de llenar unos armarios con ordenadores es un ejemplo) que por
la propia tecnología. Sienten la obligación de emplearlos porque están ahí…
pero no se preguntan por qué lo están.

Ante este panorama, ilusionante
(por lo que podemos llegar a conocer) e inquietante (por lo que no llegaremos
–no abarcaremos- a saber), el docente debe estar constantemente preparado para
vivir en esa dualidad. Una especie de docente beta. Un docente en modo a prueba
de fallos (eso sí, con funciones de red).
No me queda claro después de haber
visto el vídeo, si deberíamos ser como la chica que baila o como el camarero que sirve en el local. No lo sé. Aún no lo tengo claro.
Puedes visitar el artefacto digital que he creado para esta reflexión.
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